Wednesday, October 29, 2008

El anticlerical parte XIII


De Saltillo para el mundo, gracias Caton

¿Cuántos chistes podrían narrarse que tienen como protagonistas a curas que pecan -en el mejor de los casos- con mujer? Recordemos el cuento del padre Incapaz, que las hincaba y ¡paz! O el de la forastera que buscaba en el pueblo a un tal Pacorro, pues le habían dicho que era gran amante, y resultó que no era el tal Pacorro, sino el párroco. O aquél de la esposa que no tenía hijos: alguien le dijo que se embarazaría si rezaba 10 avemarías, pero otra señora le aconsejó que mejor fuera con el padre nuestro, pues así había quedado ella embarazada.

Vaya de lo que se entera uno jaja Un religioso en Suecia podría ser expulsado de su iglesia luego de que descargara un letal virus de computadoras en la red de su parroquia por ver constantemente pornografía. (Sin palabras) para finalizar un chistecin mas

Se llevó a cabo el día de campo de la iglesia. El reverendo Cockhound, pastor del templo, condujo a una de sus feligresas a un umbroso paraje en la floresta, y ahí, bajo un olmo (ya se sabe: “El deseo bajo los olmos”), la invitó a cumplir el bíblico mandato: “Creced y multiplicaos”. Le dijo: “Mira: yo ya estoy crecido”. Estaban ya cumpliendo el acto (en la posición del misionero, claro) cuando ella, por la postura en que se hallaba -decúbito supino, o sea de espalda- pudo ver entre las ramas del árbol a un muchachillo que había trepado ahí. Muy alarmada le dice al pastor: “¡Un niño, reverendo; un niño!”. “Hermana -responde él con tono de reproche-: lo que el Señor quiera mandarnos”

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